Cuidados Paliativos: Claridades y oscuridades de nuestra vida

“¿Cuál es el secreto de tu serenidad?”, le preguntó el discípulo a su maestro. “Cooperar incondicionalmente con lo  inevitable”, le respondió el maestro.(Anthony de Mello)

La semana pasada me regalé algo muy especial: Estuve en España conociendo personas, instituciones donde trabajan con Cuidados Paliativos.  Fue maravilloso todo lo que aprendí, todo lo que pude observar, lo bien que me recibieron en los lugares donde estuve. Caminando por Sevilla con Silvia Librada, directora del Programa  Sevilla Ciudad Compasiva (1), me propone tomar unas fotos, como algunas de las que estoy compartiendo en esta nota. Sacó varias en el mismo lugar.

A la noche me las pasa por WhatsApp, las miro y digo: la que se me ve clarita no se ve el fondo, la que se me ve oscura se ve el fondo bien claro. Y pienso: claro eso nos pasa con la vida, yo hubiera querido salir clara y con el fondo claro. Pero eso no fue posible. Gran enseñanza.

Y gran enseñanza para pensar con nuestras limitaciones. Hay momentos que todo en la vida no podemos ni hacer, ni tener. En este momento mirando estas fotos me viene la historia de Alberto,  43 años, una hija de 9 años, tiene una enfermedad avanzada. Hoy está sin poder caminar, cuando se levanta y se sienta en su silla de ruedas a la hora se cansa porque le falta el aire. Es muy claro que le cuesta mucho a este hombre estar así, y por otro lado también expresa: “Estoy disfrutando pequeñas cosas como es, por ejemplo, el desayuno. Antes mi cabeza estaba preocupada por distintos temas lógicos de la vida de cualquier persona y hoy esos temas no son mi preocupación.”

También me viene al pensamiento la vida de José. En este momento tiene una sonda de alimentación nasogástrica. Un hombre de 81 años con mucha vida. Disfrutaba mucho los asados con la familia, los amigos. Le gustaba comer bien.  Me mostraba las fotos del grupo de amigos que están de viaje en Carlos Paz y se las envían al celular. Tenía planificado un viaje a Estados Unidos con un amigo que viaja por el mundo. Y mientras compartía estas ganas me dijo: “Yo agarro la bolsita y me voy” (mirando todos los cables de la sonda). Muy convencido que era lo mejor.

¿Tiene una limitación? Seguramente.  Y continúo diciendo: “Creo que es muy importante que acepte esta realidad y pueda ver que hago con esta realidad. Porque si no, me voy a deprimir, bajonear y yo quiero seguir viviendo feliz como hasta ahora. Tuve momentos difíciles, y la fuerza suficiente para poder enfrentarlos y salir adelante. Ahora también voy a poder.”

Mientras reflexiono en este tema de las limitaciones me surgen algunas preguntas que me gustaría compartirlas con ustedes:

¿Qué limitación estoy viviendo en este momento de la vida? (tenga la edad que tenga) Algo que antes podía llevar a cabo  y hoy se hace difícil o directamente no lo puedo hacer.

¿Cómo estoy viviendo esta limitación? ¿Cómo estoy reaccionando? ¿Es una queja continua? ¿Me pone de mal humor? ¿Estoy agresivo? ¿Me cuesta cuidarme? ¿Estoy mirando constantemente esa limitación? ¿Es el centro de mi vida?.

Si algo de esto está pasando ¿Qué puedo hacer para transformarlo? ¿Pido ayuda? Porque seamos sinceros, encima que tenemos esa limitación y la pasamos mal, creo que eso que podíamos hacer y hoy no podemos, toma una dimensión muy grande y nos altera a nosotros mismos y a las personas que nos rodean.

Mirando a José y Alberto, estoy escuchando una parte de la vida de ellos, seguramente habrán pasado por la negación, el enojo, miedos, emociones muy típicas en los procesos de enfermedad.

Por otro lado me viene la frase: lo que se resiste, persiste.  Pienso que resistirnos a lo que es, es dejar de estar en contacto con nuestra realidad y eso hace sufrir. La aceptación nos da paz, nos permite estar en contacto con nuestra esencia. En ellos veo una sabiduría de vida: intentan ver la realidad y sacar lo mejor de esa realidad.

Si la foto de nuestra vida hoy es totalmente nítida, a disfrutarla. Que esté nítida no significa que está todo bien. La vida tiene sus claridades y sus oscuridades que si vemos como las podemos vivir y transitar esas oscuridades se irán aclarando poco a poco, si esas oscuridades nos impiden vivir en paz con nuestra vida, con nosotros mismos y así vamos a poder vivir serenos.

(1) Programa Sevilla Contigo – Comunidades Compasivas – Fundación New Health

Por Mariana Soiza Piñeyro (*)

(*) Licenciada en Relaciones Públicas y Consultora Psicológica.

Articulo Publicado en https://misionesonline.net